SUICIDIO; DÉMOSLE VOZ Y VISIBILIDAD A LAS VÍCTIMAS

Hoy se celebra el día mundial de la Prevención del Suicidio. El suicidio es la primera causa de muerte no natural en España. A nivel mundial la cifra de muerte supera las 800.000 personas. Cada 40 segundos una persona pierde la vida por este motivo, una persona lo intenta cada 3 segundos. Es una cuestión de salud pública de primera magnitud, pero la estigmatización hace que quede silenciado. Con la ayuda de todos, y necesariamente, la implicación de la Administración, podemos tender una mano. El apoyo social es un factor protector esencial para su prevención.

No le demos la espalda!

14 Mitos sobre el suicidio

“MITOS SOBRE EL SUICIDIO” recogidos por Alejandro Rocamora en Intervención en crisis en las conductas suicidas y que explican muchas creencias erróneas sobre este tema.

Mito 1. El que se quiere matar no lo dice. Criterio equivocado pues conduce a no prestar atención a las personas que manifiestan sus ideas suicidas o amenazan con suicidarse. Criterio científico: De cada diez personas que se suicidan, nueve de ellas dijeron claramente sus propósitos y la otra dejó entrever sus intenciones de acabar con su vida.

Mito 2. El que lo dice no lo hace. Criterio equivocado ya que conduce a minimizar las amenazas suicidas las que pueden ser consideradas erróneamente como chantajes, manipulaciones, alardes, etc. Criterio científico: Todo el que se suicida expresó con palabras, amenazas, gestos o cambios de conducta lo que ocurriría.

Mito 3. Los que intentan el suicidio no desean morir, sólo hacen el alarde. Criterio equivocado porque condiciona una actitud de rechazo a quienes atentan contra su vida, lo que entorpece la ayuda que estas personas necesitan. Criterio científico: Aunque no todos los que intentan el suicidio desean morir, es un error tildarlo de alarde, pues son personas a las que les han fracasado sus mecanismos útiles de adaptación y no encuentran alternativas, excepto el atentar contra su vida.

Mito 4. Las personas que hablan acerca del suicidio no se hacen daño, pues sólo quieren llamar la atención. Criterio científico: Los terapeutas deben tomar las precauciones posibles al confrontar a una persona que habla acerca de ideas, planes o intenciones suicidas. Todas las amenazas de daño a sí mismo se deben tomar en serio.

Mito 5. El suicidio es siempre impulsivo y ocurre sin advertencia. Criterio científico: El suicidio puede parecer impulsivo, pero puede haber sido considerado durante algún tiempo. Muchos suicidas dan algún tipo de indicación verbal o conductual acerca de sus intenciones de hacerse daño.

Mito 6. Los suicidas de verdad quieren morir o están resueltos a matarse. Criterio científico: La mayoría de las personas con ideas suicidas comunican sus pensamientos a por lo menos una persona, o llaman a un línea telefónica de crisis o al médico, lo cual es prueba de ambivalencia, no de intención irrevocable de matarse.

Mito 7. Cuando una persona da señales de mejoría o sobrevive a un intento de suicidio, está fuera de peligro. Criterio científico: En realidad, uno de los momentos más peligrosos es inmediatamente después de la crisis o cuando la persona está en el hospital después de un intento de suicidio. La semana después del alta es cuando la persona está particularmente frágil y en peligro de hacerse daño. Puesto que el comportamiento pasado es pronóstico de comportamiento futuro, el suicida sigue estando en situación de riesgo.

Mito 8. El suicidio es siempre hereditario. Criterio científico. El suicidio es una conducta compleja y como tal no se puede heredar. Sin embargo, el historial familiar de suicidio es un factor de riesgo importante de comportamiento suicida, particularmente en familias en que la depresión es común.

Mito 9. Las personas que se suicidan o lo intentan siempre tienen un trastorno mental. Criterio científico: Los comportamientos suicidas se han asociado con depresión, abuso de sustancias, esquizofrenia y otros trastornos mentales, además de comportamientos destructivos y agresivos. Sin embargo, estaba asociación no se debe sobreestimar. La proporción relativa de estos trastornos varía en distintos sitios y ha casos en que no había ningún trastorno mental evidente.

Mito 10. Si se reta a un suicida no lo realiza. Criterio equivocado que pretender probar fuerzas con el sujeto en crisis suicida, desconociendo el peligro que significa su vulnerabilidad. Criterio científico: Retar al suicida es un acto irresponsable pues se está frente a una persona vulnerable en situación de crisis cuyos mecanismos de adaptación han fracasado, predominando precisamente los deseos de autodestruirse.

Mito 11. Al hablar sobre el suicidio con una persona en este riesgo se le puede incitar a que lo realice. Criterio equivocado que infunde temor para abordar la temática del suicidio en quienes están en riesgo de cometerlo. Criterio científico: Está demostrado que hablar sobre el suicidio con una persona en tal riesgo en ver de incitar, provocar o introducir en su cabeza esa idea, reduce el peligro de cometerlo y puede ser la única posibilidad que ofrezca el sujeto para el análisis de sus propósitos autodestructivos.

Mito 13. Cuando una depresión grave mejora ya no hay riesgo de suicidio. Criterio equivocado que ha costado no pocas vidas, pues desconoce que en los deprimidos suicidas el componente motor mejora primero que el componente ideático. Criterio científico: Casi la mitad de los que atravesaron por una crisis suicida y consumaron el suicidio, lo llevaron a cabo durante los tres primeros meses tras la crisis emocional, cuando todos creían que el peligro había pasado. Ocurre que cuando la persona mejora, sus movimientos se hacen más ágiles, está en condiciones de llevar a vías de hecho las ideas suicidas que aún persisten, y antes debido a la inactividad e incapacidad de movimientos ágiles no podía hacerlo.

Mito 14. El acercarse a una persona en crisis suicida sin la debida preparación para ello, sólo mediante el sentido común, es perjudicial y se pierde el tiempo para su abordaje adecuado. Criterio equivocado que intenta limitar la participación de voluntarios en la prevención del suicidio. Criterio científico: Si el sentido común nos hace asumir una postura de paciente y atenta escucha, con reales deseos de ayudar a la persona en crisis a encontrar otras soluciones que no sean el suicidio, se habrá iniciado la prevención.

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